El valor de la tecnología proviene cada vez más de la velocidad y la reinvención. No se puede hablar de reinvención y de transformación sin un método estructurado y basado en la experiencia de innovación que realmente aporte valor, sea cuantificable y relevante para el negocio.
Hace muchos años, cuando hablábamos de aplicaciones empresariales, indiscutiblemente nos enfocábamos en grandes paquetes sistémicos que cubrían cadenas de procesos. Una vez que el proyecto estaba listo, el enfoque de la administración generalmente era tener los procesos estándar y con la menor cantidad de casos de servicio de AMS posibles. A la final, un proyecto bien hecho era como un reloj para un Relojero, el objetivo era que nunca se conviertiera en un reloj lento y tampoco correr el riesgo de que en algun momento se detuviera.
Viajemos y lleguemos al presente. Hablamos de plataformas de transformación, S/4HANA, BTP, otros sistemas LoB que en conjunto permiten explorar la soñada empresa autónoma e inteligente. Pero, ¿cómo evolucionar hacia la empresa autónoma e inteligente de forma sostenible e incremental?
Lo primero que debe quedar claro es que los mejores y más relevantes casos de transformación y procesos autónomos fueron identificados y construidos muy rápidamente y en base a olas de innovación. El camino de la empresa autónoma no puede verse como un proceso tan complejo como el de poner un cohete en la Luna, sino mas bien, como pequeños proyectos que generen valor y puedan evolucionar junto con la madurez del negocio.
El segundo punto de absoluta relevancia, es tener claro que la base de proyectos exitosos para una empresa autónoma e inteligente parte de una estrategia de minería de procesos, por lo que es fundamental identificar oportunidades de mejora de procesos de forma analítica y muy detallada, para identificar cuáles se pueden optimizar, automatizar de forma supervisada e incluso, no supervisada.
El tercer y último punto, es recordar que la tecnología ya no es un factor limitante para la automatización y la inteligencia. Un ejemplo es S/4HANA, que ya cuenta con algoritmos y herramientas autónomas que se pueden explorar con unos pocos clics. La clave aquí es saber qué clics son los correctos.
Para hablar de una empresa autónoma e inteligente no se empieza hablando de herramientas. Pero eso sí, se empieza hablando de identificar oportunidades de mejora, desviaciones en los procesos, business hacking, descubrimiento de valor y posibles ganancias cuantificables para el negocio. Entonces, se comienzan a explorar oportunidades para la reinvención de procesos, la expansión y uso de la inteligencia artificial, es así como se genera la creación de un concepto disruptivo apoyado en la tecnología.
¿Y el relojero? Bueno… ya no puede modelar para TI. La empresa inteligente y autónoma no para de evolucionar y cambiar. Y el deseo de constancia del pasado se convierte en el deseo de movimiento dinámico en el presente. Ya no se trata de mantener estándares y nunca iterar, ahora se trata de evolucionar y tener equipos de trabajo para que esto pase.
¿Pero cómo lograr que su compañía sea autonoma e inteligente? El ideal es apoyarse en un aliado con las habilidades necesarias para apoyarlo en su viaje de innovación a través de practicas de hacking cultural, minería de procesos, consultoría de valor, ciencia de datos y pods ágiles. Todo esto junto con la experiencia de consultoría nativa digital podrán acompañar el viaje de una empresa hacía este objetivo de convertirse en una compañía autónoma e inteligente, hablando de tecnología en profundidad, pero pensando en el negocio de manera cuantificable y con la rapidez que exige el momento actual.
Globant a través de su Studio de SAP, acelera el proceso de reinvención potenciando y simplificando el recorrido hacia una empresa inteligente gracias a su experiencia de más de 20 años en el desarrollo de proyectos de SAP altamente complejos.